jueves, 23 de febrero de 2012

Mardi Gras!!

Hay cosas en la vida que no tienen mucho sentido, la que voy a contarles es sin dudas una. AMO el Mardi Gras, una de mis festividades anuales favoritas, incluso cuando no soy creyente y no tiene sentido que lo ame, ya que ni siquiera creo en sus bases. Pero tanto disparate, color y locuras me pueden. A nivel nacional, los carnavales me aburren un poco, porque carnavales grandes y lindos hay pocos y lejos de donde vivo. Por mi zona son deprimentes, no hay otra palabra.
Pero el desenfreno,  la gente en las calles desinhibida, soltándose, la exuberancia y lo primitivo, eso es lo que me atrae tanto de Mardis Gras. Además, me cuesta relacionar la festividad con este siglo. Cuando pienso en ella me arrastra a otros tiempos, menos tecnológicos y más simples. Tengo la costumbre de añorar los principios del siglo XX o los finales de XIX como si hubiera vivido alguna vez en ellos, otra cosa que no tiene sentido, y el Mardi Gras me hace añorar esos tiempos que no viví muchísimo más. Creo que esa es la base más firme de mi fascinación.
Nueva Orleans es una de mis ciudades favoritas, tan rica culturalmente y hermosa. Probablemente mi amor por la ciudad sea debido a su estilo colonial y a mi ya mencionada injustificada añoranza.
También es otra de las cosas que me atrae, el Mardi Gras se celebra en todo el mundo (bueno, en casi todo), pero para mí el perfecto es el de Nueva Orleans. Se me hace tan pero tan fácil cerrar los ojos e invocar el olor a madre selva, mezclado con la algarabía y el frenesí de la gente amontonada en la calle, frito dulce, café y río. Me encanta, es algo que me encanta *U*

La idea de esta entrada era compartir con ustedes algunas citas, pero creo que ya me explayé demasiado.


¡Feliz Carnaval!

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